El optimismo como bálsamo
"No te portes mal con tu mundo, no lo indispongas contigo" R. tagore
Aveces me he sentido mal, vació, deprimido, "arrastrando materialmente la cobija" y aparentemente sin un motivo al cual aferrarme. Por ello hoy deseo comentarles sobre tal situación anímica que padecemos en ocasiones los comunes mortales de carne y hueso.
Observamos en esta época dinámica a muchos individuos deambular por la vida con un gran fardo de angustias, inseguridades, desasosiegos y penas sin voltear para nada sus ojos hacia el ángulo positivo de las cosas. Dichas personas aun en los momentos de menor tensión, en los espacios de informalidad y entretenimiento, se manifiestan hostiles, hurañas o agresivas, como queriendo desquitarse en sus semenjantes, de los problemas que les aquejan. muchas de esas pretendidas tribulaciones son superables, pero los interesados les otorgan mas importancia de la debida y se ahogan materialmente "en un vaso de agua".
Muchos de nosotros andamos a veces lamentando nuestra suerte, nos quejamos de que la vida nos ha tratado muy mal, que carecemos de estrella y de respaldos, pero por poner un ejemplo, no queremos enfocar nuestros ojos hacia tantos infelices con nacionales que están en pésimas condiciones, que carecen de lo indispensable y que todavía poseen la entereza para sobrevivir y apoyar a los suyos. En ese sentido, hay que ver la existencia con realismos y optimismo, preocuparnos sin llegar a la angustia paralizante o al pesimismo estéril. Bastante difícil es la vida misma para que todavía le adicionemos nuestro costal de inconformidad y nuestro bola de tensiones. Supongo que la mayoría vamos deambulando por el mundo sorteando obstáculos transitando por caminos diversos y cayendo en ocasiones, pero lo importante es seguir adelante, asimilando enseñanzas de los errores y de las derrotas. muchas de nuestras dificultades y conflictos tienen solución, muchos de esos fantasmas que nos aplastan suelen ser mas ilusorios que reales; el asunto es que por lo regular nos enclaustramos y nos amarramos a nuestras "cadenas de amargura".
Mientras no se descubra el elixir de la alegría permanente, ni se invente la cápsula del optimismo o la pócima contra el desanimo o el mal humor, es recomendable superar nuestras depresiones enfrascándonos en buenas lecturas, practicando deportes al aire libre, escuchando música, propiciando cambios de ambiente o escenarios, rompiendo con las ataduras enajenantes y sobre todo, moviendonos en términos de comunicacion humana continua, para no naufragar en la soledad de los pensamientos perniciosos.
A una estimada amiga cuando la detectaba desarticulada, cuando la veía triste y deprimida, la incitaba a superar su particular conflicto y al externarme ella que "se sentía como chancla", a ras de suelo, sin ánimos, la invitaba a caminar o algunas veces a bailar siempre y cuando se pusiera "unos tacones" de entusiasmo, que le imprimiera a sus actos "unos toperoles" de alegría y también que administrara "unas medias suelas" de vigor anímico, todo por que nadie mas que ella podía solventar en su esencia u origen la crisis que a ella la afectaba.
Por otra parte y para culminar, se dice por ahí que es muy saludable reír, jejeje, solazarse con las locuras u ocurrencias de los demás, pero mas importante es reírse de uno mismo, verse cada cual en su exacta dimensión, con sus errores e imperfecciones, con su egolatría y presunción, con toda esa inmodestia, ausencia de humildad y soberbia implícita, para que como efecto de lo anterior obtener cada quien su enseñanza positiva para entender y aceptar mejor a nuestros semejantes y asimilar que ninguno esta ajeno, a las nimiedades, a las supuestas tonterías, ni a los ridículos de este mundo.
Golosinas
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