Sólo quedan ya vestigios de una primavera extraña. Es más, se podría decir que la primavera ya se marchó sin avisar y el verano vino ya para instalarse en nuestro calendario. Y nada mejor que unas cervezas claras y una muy buen paciensia para combatir la justicia del sol, nada mejor que afrontar la llegada del calor bajo la sombra de un naranjo.
ChEcO
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario