lunes, marzo 15, 2010
jueves, enero 21, 2010
Edel juarez - sin sed
(en horas hábiles – 2003)
no busco intoxicarme ni perderme, ni perderte, quiero entender lo que pasa. no enternecer ni provocar miradas entre quienes me conocieron de antes. no quiero un “antes” y un “después”, no en la misma vida. yo busco una estocada limpia que corte con lo que no me deja avanzar. busco amar y ser amado, compartir mi tiempo, no regalarlo ni robar ajenos. amanezco siempre con sed y quiero agua y besos a tiempo. que no me llame quien no me quiera porque yo haré lo mismo. quiero desprenderme de esta urgencia, de la necesidad de recordar el pasado, quiero tener más por qués para andar en el presente, quiero salir de mi casa sin miedos, sin fobias, no volver a donde fui feliz, conocer otros lugares. en resumen quiero llamarte y proponer un cambio, aclarar las cosas y que amanezcas sobre mi pechoy yo sin sed, amándote sin remedio.y que amanezcas sobre mi pecho, Y YO SIN SED.
ya lo intentaste muchas veces y siempre con el mismo resultado, "nada", perdida de tiempo... Sera que la vara que te dejaron es muy alta? o sera que traes el corazón amordazado? Sera que se te quedo en tierras altas?.
Por ahora no buscas nada, solo esperas que "algún día" de estos al doblar en aquella ezquina, por fin despiertes checo.
Golosinas..
viernes, enero 08, 2010
sábado, noviembre 28, 2009
sábado, noviembre 21, 2009
viernes, noviembre 20, 2009
jueves, noviembre 19, 2009
Todo se transforma
Tu beso se hizo calor, luego el calor, movimiento,luego gota de sudorque se hizo vapor, luego viento que en un rincón de La Riojamovió el aspa de un molinomientras se pisaba el vinoque bebió tu boca roja.
Tu boca roja en la mía, la copa que gira en mi mano, y mientras el vino caíasupe que de algún lejano rincón de otra galaxia, el amor que me darías, transformado, volveríaun día a darte las gracias.
Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma.
El vino que pagué yo, con aquel euro italiano que había estado en un vagónantes de estar en mi mano, y antes de eso en Torino, y antes de Torino, en Prato,donde hicieron mi zapato sobre el que caería el vino.
Zapato que en unas horas buscaré bajo tu cama con las luces de la aurora, junto a tus sandalias planas que compraste aquella vez en Salvador de Bahía, donde a otro diste el amor que hoy yo te devolvería.
Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma:nada se pierde, todo se transforma.